¿Lo tuyo, lo mío o lo nuestro?

10.01.2014 16:59

 

Muchos de nosotros, tenemos dentro de nuestro familia abuelos o padres que emigraron hacia Argentina. De hecho, Argentina es una nación construida “desde los barcos”. Eso le dio a nuestro país una diversidad increíble de costumbres, hábitos alimentarios, laborales, de crianza familiar, etc. Pero eso también dificultó el sentimiento de pertenencia a UNA Nación. Nuestros abuelos amaron la propia, aquella donde nacieron y procuraron recrear aquí el país que dejaron atrás. Cada uno lucho por mantener sus costumbres, las del pueblo al que pertenecían… aunque el suelo en donde habitaban ya era otro. Esto no fue gratis para la consolidación de nuestra Nación. Una bandera por si sola, no basta para crear una Nación; hace falta que la gente que vive allí se sienta parte, conozca y reconozca al semejante con el que vive y luchen juntos por defender la tierra que comparten. Aún hoy a los argentinos nos cuesta no pelear por nuestro “propio rincón feliz”, sin pensar en los demás. Nos cuenta reconocernos como argentinos,  pelear y defender lo que es NUESTRO.

Se me ocurre pensar que algo similar ocurre en la pareja. Cada uno al momento de casarse trae ciertas costumbres y hábitos de la propia casa. Toda la vida nos manejamos de acuerdo a ellos y nos resulta imposible de creer que si se hace de otra manera, también va a estar bien. A partir del momento en  que nos casamos también descubrimos que la vida no se reduce a andar enamorados por la casa, hay responsabilidades que antes no estaban. Y con el manejo del dinero, del espacio, de los horarios muchas veces quisiéramos que rija la norma: “Lo tuyo es mío y lo mío es mío”, o simplemente: “Vos hace tus cosas, y yo hago las mías”. Lo que cuesta lograr es, ese sentido de pertenencia a UNA pareja. Un NOSOTROS. Nosotros… “decidimos que”, “invertimos en”, “pensamos que”, “ahorramos para”. Esto es normal que ocurra, sobre todo en los primeros tiempos que se está en pareja. Crear un NOSOTROS requiere tiempo, diálogo y por sobre todo un compromiso constante. Así como una bandera por sí sola no hace Nación, tampoco un pacto matrimonial puede por sí sólo construir en nuestras vidas decisiones conjuntas y de común acuerdo.

Y a ustedes… ¿Se les ocurren ejemplos de situaciones que vivieron como pareja recién casada en las que lo más fácil era decir: “Esto es tuyo, y esto es mío”? ¿Cómo hicieron para ponerse de acuerdo (si es que ya lo hicieron!)?

¿En qué situaciones les resulta más fácil decir “Esto es nuestro” o “Nosotros vamos a estar juntos para…”?