“No quiero ser adulto”, “No quiero envejecer”

Se llama relevo generacional al proceso de transición  que nos lleva a las personas de ser hijos a ser padres y de ser padres a ser abuelos y en ese proceso se traspasa la herencia y el poder a la generación que sucede para colocarnos en otro lugar social o morir. Es el ciclo de la vida en el plano humano, pero nada garantiza que el relevo pueda darse. Esto puede deberse a diferentes causas.

 

Actualmente asistimos a una era que anhela la adolescencia eterna como modo de vida. Sin compromisos fuertes, con alto poder adquisitivo y de consumo sin mucho esfuerzo, siempre jóvenes y atractivos. Nadie quiere ser adulto, menos viejo. La vejez se desprecia como nunca antes y  las condiciones laborales para los adultos son feroces. La vida adulta se aprecia como aburrida y cargada de preocupaciones. Los adultos que llegaron a posicionarse socialmente, suelen no querer correrse para dar lugar a los hijos. 

 

Así tenemos abuelos y adultos que no reconocen ni avalan a sus hijos para el relevo, kinder-adultos, niños-teens y adolescentes invadidos en sus propios territorios: el territorio de la transición. De hecho, la transición pareciera que se volvió eterna y por tanto, se difuminó. Más que avalar al que sigue atrás para que dé el salto hacia adelante, lo que ocurre es que se tapona el lugar debido a que nadie quiere correrse.


 

Hay varias razones por las que el relevo y la solidaridad entre generaciones son necesarias. A continuación, te contamos algunas:


1- Porque los chicos necesitan adultos que acepten y vivan como adultos para que les transmitan un legado acerca de cómo vivir. Tal vez los hijos no concuerdan en todos los modos en que sus padres viven. La herencia se recibe y se puede aceptar, rechazar o transformar. Pero para las tres operaciones se necesita una herencia recibida con la que trabajar psíquicamente y reinventar. Es como la tela con la que se puede después hacer un vestido, un cortinado, un trapo de piso o guardarla… cada cual hará lo que bien le parece y pueda… Los padres y abuelos necesitan aceptar que el otro transforme lo recibido y confiar en que lo harán bien.

 

2-Porque los hijos necesitan que se les transmita la historia familiar a través de los relatos, fotos, objetos para establecer sus orígenes y continuar la cadena generacional. Transmitir una herencia, siempre lo hacemos, aunque pensemos que no lo estamos haciendo. La pregunta es si es una herencia que permite el relevo.

 

3-Los hijos necesitan pasar a ser padres porque tienen que asumir que la vida es breve y que los hijos dan sentido de trascendencia, así como los proyectos laborales, comunitarios, educativos, de salud. Sin esto, es difícil afrontar el envejecimiento que nos guste o no, a todos nos llega.

 

4-Porque los adultos necesitan reinventar su territorio como un espacio en donde hay responsabilidades pero también la posibilidad de disfrutar, disfrutar mucho y que esto no depende de una apariencia, sino de una capacidad de disfrute y regocijo ante la vida.

 

5-Porque los adolescentes necesitan un espacio diferencial y propio donde ir armando lo que quieren ser en esa mezcla de ideales, críticas y realidad.

 

6- Porque los abuelos necesitan ser valorados y amados por lo que tienen para contar y dar, y por las huellas que dejan. Sin pasado consciente y elaborado, no hay presente que pueda evadir lo que inconscientemente insiste.

 

7- Porque las generaciones podemos aprender unas de otras. Las nuevas generaciones saben cosas que las viejas generaciones desconocen y las viejas generaciones saben cosas que las nuevas no tienen ni idea.


¿Y si en vez de criticar o tratar de “igualarnos” nos solidarizamos más entre generaciones? Como en una carrera de posta, todos somos necesarios y fundamentales si corremos los metros requeridos… si uno quiere correr más o pasa mal la posta, perdemos todos.