La importancia de un beso

 

 

Besos en la mejilla, en la frente, en la boca, de bienvenida, de despedida, soñados, robados, pedidos, ansiados, pendientes, largos, cortos, apasionados, lentos, rápidos, insípidos, inolvidables, inigualables … besos al fin! 

 

 

 

 

 

 

Besar es un arte humano: el arte de la expresión de la pasión y el deseo estallando por los labios… Nadie sabe cuál fue el primer beso, ni cual será el último… ni el de la humanidad, ni el de la vida de cada uno de nosotros...

 

 

 

Nuestros padres nos han besado, es la marca de que nos han querido. Nuestros seres queridos también, como una muestra de afecto… como si la boca no pudiera decir con palabras todo lo sentido y por eso besa… y dice más que mil palabras así. Dice “Te amo”, “Te espero”, “Te extrañe”, “No te vayas nunca”, “Sos todo para mi” y mucho más, pero sin gesticular palabra alguna. Es otro lenguaje, el lenguaje del cuerpo...

 

 

 

 

Pero también, el beso suele ser el primer contacto entre dos personas que se aman, y es clave tanto desde el punto de vista emocional como erótico. En este sentido, muchas personas creen que mediante un beso se puede saber si hay quimica entre dos personas o no. Otros creen que es el sello del amor que los ojos y el cuerpo piden. Hay besos impulsivos y besos que dicen: “Me comprometo con vos, me tenes loco”.

 

 

 

Los besos nos ayudan a olvidar las tensiones de lo cotidiano. Nos recuerdan que no estamos solos. Nos quitan el estrés, nos relajan. Nos permiten redimensionar la vida, olvidarnos de las tristezas y los dolores por un instante, recordar para qué estamos vivos. 

 

 

 

 

Que nos besen, nos abracen, nos mimen, es lo que todo ser humano necesita para seguir viviendo. Deseamos que nos hablen desde la ternura y la pasión para sentirnos únicos en el mundo, en el mundo de una persona. Deseamos que nos miren, con una mirada que nos recorta de todo lo otro que nos rodea, porque todo eso otro perdió sentido en ese instante. Deseamos que nos toquen, es la manera de que la piel contacte… y el alma también. Deseamos esas tormentas perfectas que nos hagan permanecer en ese instante que aunque fugaz, parece eterno.