¿Que es el Autismo Infantil?
El autismo Infantil es un Trastorno del Desarrollo esperable en un niño. No es un Trastorno específicamente infantil, sino de comienzo en la primera infancia que no remite ni desaparece a lo largo de la vida. Sin embargo, se pueden lograr avances y compensaciones significativas.
Su desarrollo se ve afectado en tres áreas:
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relaciones sociales e interacción
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lenguaje y comunicación
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actividades e intereses.
No hablamos de una causa que lo provoca sino de una cadena de causas con muchos eslabones: genético-neurológico-psicológico-social-familiar-cultural.
Debido a que es un Trastorno que afecta a todo el desarrollo mental es común que sus síntomas se manifiesten de formas muy diversas en las diferentes edades y en cada niño.
Por lo general, en los niños con autismo se observa tendencia al retraimiento antes de haber cumplido dos años de edad, pero muchas veces se logra establecer el diagnóstico a mayor edad.
Algunas señales que hacen sospechar de que un niño pueda sufrir esto:
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Evitan el contacto ocular con las personas, pero sí pueden quedarse horas con la mirada fija en objetos o “al vacío”.
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Actúan como si las personas que los rodean no estuvieran.
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No establecen interacciones comunicativas y de conexión afectiva con las personas mayores ni con niños de su misma edad.
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No suelen suelen adoptar la posicion propia de los niños que quieren que los tomen en brazo que suele observarse a partir de las 4 meses de edad.
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Desarrollan una audición muy peculiar. Por ejemplo, un niño con Autismo puede desarrollar una fascinación por sonidos particulares tales como los hechos por la rotación de un juguete, o responder al sonido de un caramelo mientras se desenvuelve desde una distancia considerable. Otros sonidos pueden ser la causa de extrema angustia, tales como la sirena de la policía o el ladrido de un perro.
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Se nota dificultad en el reversibilidad del “yo” por el “tu”. Por ejemplo: el niño al que la madre le dice: “¿Tú quieres ir a la plaza?” expresa su deseo de ir llamándose a sí mismo “tú”: “¿Tú quieres ir a la plaza?” con la misma forma gramatical y el mismo tono interrogativo.
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Muchos niños no hablan o desarrollan un empleo extraño del lenguaje, incluyendo gestos y lenguaje corporal.
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No se observan juegos de ficción e imaginación y hay falta de interés por la historias típicas de imaginación o fantasía.
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Siguen rutinas fijas e invariables con mucha dificultad para modificarlas, y suelen presentar conductas repetitivas y estereotipadas (ej: aleteos de manos).
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Comprenden literalmente lo que se le dice.
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Suelen no poder formar espontáneamente frases y reproducen ecolalicamente lo escuchado.
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Suelen ser insensibles al dolor, al frío y al calor, y tienden a ser agresivos con sí mismos.
El autismo no es una enfermedad progresiva, es decir que no sigue un proceso de deterioro gradual. Pero permanece a lo largo de la vida. Sin embargo, si se aborda con un Tratamiento Integral desde la salud, la educación y la estimulación que tenga en cuenta tanto al niño como a su familia, suelen darse avances y compensaciones significativas . Se diferencia del “Síndrome de Asperger” en que este último cuadro clínico tiende a reservarse para quienes poseen mayores capacidades intelectuales y desarrollo del lenguaje, como así también logran establecer mayor contacto afectivo y comunicativo con los que lo rodean.
El Autismo no desaparece, pero las personas que lo padecen pueden lograr compensar sus dificultades en un grado considerable. Pueden relacionarse muy bien en circulos sociales que logren contemplar sus posibilidades y habilidades para la vida.
Es importante realizar la consulta con un Profesional de la Salud si se observan algunas de las señales mencionadas. Eso trae tranquilidad a la familia y permite abordar la situación de una manera acorde.
El autismo no se cura, se comprende.