Anorexia Nerviosa y Bulimia Nerviosa

La Anorexia Nerviosa y la Bulimia son Trastornos de la Alimentacion. Ambas comparten una misma obsesión: la delgadez extrema. El lema es: "Ser flacas a toda costa para ser consideradas bellas".
 
Sin embargo, entre estas dos patologías existen diferencias en cuando al criterio diagnóstico, así como también en cuanto a las características de la personalidad, edad de inicio de la patología, y pronóstico. Si bien en ambas confluyen una multiplicidad de factores (biológicos, genéticos, familiares y socioculturales) comunes, entre ellas hay diferencias.
 
 Si seguimos los criterios del DSM-IV podemos decir que la Anorexia Nerviosa, así como la Bulimia Nerviosa están incluidos como diagnósticos específicos de Desordenes de la Conducta Alimentaria. A su vez, existe también la categoría de EDNOS (Desordenes de la conducta Alimentaria no Especificados) para aquellos desordenes que no cumplen con los criterios de un desorden alimentario específico. 
 
La Anorexia nerviosa se caracteriza por una negación a mantener el peso corporal mínimamente normal. Mientras que la Bulimia Nerviosa se caracteriza por episodios repetidos de atracones, seguidos por conductas compensatorias (vómitos autoinducidos, abusos de laxantes, diuréticos, ayunos, ejercicio físico excesivo). Lo que ambas tienen si tendrían en común es la alteración de la percepción de la imagen corporal, es decir de su peso y de la forma del cuerpo. El trastorno anoréxico suele iniciarse entre los 14 y 18 años (aunque en los últimos tiempos se está dando un descenso de la edad de inicio), mientras que la Bulimia Nerviosa suele tener un inicio posterior a esa edad (comienza en la adolescencia tardía o en la adultez temprana, entre los 16 y los 20 años).
 
Los criterios Diagnósticos para la Anorexia Nerviosa son:
-Rechazo a mantener el peso corporal igual o por encima del valor mínimo normal considerando la edad y la talla. 
-Miedo intenso a ganar peso o a convertirse en obeso, incluso estando por debajo del peso normal.
-Alteración de la percepción del peso o la silueta corporales, exageración de su importancia en la autoevaluación o negación del peligro que comporta el bajo peso corporal.
-En las mujeres pospuberales, presencia de amenorrea; p. ej. ausencia de al menos tres ciclos menstruales consecutivos. (Se considera que una mujer presenta amenorrea cuando sus menstruaciones aparecen únicamente con tratamientos hormonales, p. ej. con la administración de estrógenos.)
 
Los subtipos son:
-Restrictivo: Sin episodios purgativos
-Compulsivo/purgativo o Con conductas purgativas: durante la Anorexia Nerviosa la persona regularmente presenta conductas de atracón-purga (p. ej. vómitos autoprovocados, abuso de laxantes y diuréticos, etc.)
 
Mientras que en la Bulimia Nerviosa los criterios están dados por:
-Presencia de atracones recurrentes. Un atracón se caracteriza por:
-Ingesta de alimento en un corto espacio de tiempo (p. ej., en un período de 2 hs.) en cantidad superior a la que la mayoría de las personas ingerirían en un período de tiempo similar y en las mismas circunstancias
-Sensación de pérdida de control sobre la ingesta del alimento (p. ej., sensación de no poder parar de comer o no poder controlar el tipo o la cantidad de comida que se está ingiriendo)
-Conductas compensatorias inapropiadas, de manera repetida, con el fin de no ganar peso, como son provocación del vómito; uso excesivo de laxantes, diuréticos, enemas u otros fármacos; ayuno y ejercicio excesivo.
-Los atracones y las conductas compensatorias inapropiadas tienen lugar, como promedio, al menos dos veces a la semana durante un período de 3 meses.
-La autoevaluación está exageradamente  influida por el peso y la silueta corporales.
-La alteración no aparece exclusivamente en el transcurso de la anorexia nerviosa.
 
Los subtipos son:
-Tipo purgativo: durante el episodio de bulimia nerviosa, el paciente se provoca regularmente el vómito o usa laxantes, diuréticos o enemas en exceso.
-Tipo no purgativo: durante el episodio de bulimia nerviosa, el paciente emplea otras conductas compensatorias inapropiadas, como el ayuno o el ejercicio intenso, pero no recurre regularmente a provocarse el vómito ni usa laxantes, diuréticos o enemas en exceso.
 
Vemos así que existen signos y síntomas diferentes en ambas patologías, y a su vez, también la personalidad de ambas está signada por características diferentes. Principalmente por el hecho de que mientras que el paciente con Anorexia Nerviosa se caracteriza por el hipercontrol, el que padece de Bulimia Nerviosa presenta dificultades en el control general de sus impulsos. De ahí los atracones que generalmente se dan luego de un período de dieta, y luego las conductas compensatorias inapropiadas que son seguidas de culpa por no haber podido seguido la abstención del alimento (el hambre es fisiológico), y si a eso se suma el hecho de que generalmente la BN “convive” con trastornos de ansiedad y afectivos o bordeline, tenemos un ciclo vicioso que se perpetúa. En la AN en cambio, el perfeccionismo y la rigidez suelen ser la norma del comportamiento general y por ende del comportamiento alimentario anormal en donde puede privarse de ingerir alimentos, y de una serie de ritualizaciones en torno a estos.
Por otro lado, la conciencia de enfermedad suele ser mayor en aquellos que padecen BN que en las que padecen AN. Mientras que las primeras suelen pasar por oscilaciones que van de la depresión a la euforia, de la autoexigencia al abandono y la falta de constancia. Las segundas suelen guiarse por pensamientos obsesivos, y son auto y heteroexigentes.
 
Sin embargo, en ambos cuadros padecen de una baja autoestima, un miedo intenso a engordar y ser rechazadas por ello (razón por la que se aíslan), e ideas distorsionadas del peso, talle y esquema corporal, así como una baja tolerancia a las frustraciones. En ambos trastornos suele tratarse de personalidades alexitímicas. Es decir, con dificultad para expresar sus estados afectivos con palabras, para diferenciar sensaciones corporales (emociones: como fenómeno fisiológico) de los afectos (sentimientos: como fenómeno psicológico). Así como también ausencia de fantasías, pocas palabras espontáneas; razón por la que también se da una relación pobre y aburrida con el terapeuta. 
 
En cuanto al curso y evolución, se considera que la bulimia nerviosa es, por regla general, más favorable que la de la anorexia. Se estima que tras un año de evolución, alrededor de dos tercios de los pacientes remiten los síntomas diagnósticos. Algunos, muy pocos son los casos que hacen un switch hacia la anorexia nerviosa. Las tasas de mortalidad no están contrastadas adecuadamente, pero se suponen inferiores a las alcanzadas en la anorexia. Como factores de pronósticos negativos, se incluyen: la larga duración del trastorno, una alta frecuencia de atracones y vómitos al iniciarse el cuadro, y una historia familiar de adicciones y trastornos afectivos como la depresión.